viernes, 1 de agosto de 2008

The National: Boxer

Boxer: (Beggars Banquet, 2007)
 
Calificación: 5.5/10
 
Un disco con algunos aciertos, nostálgico, hecho con una voz y melodías que recuerdan un poco a grupos como Tindersticks. "Fake Empire" (el número que abre el CD) anuncia también el tema general: lo cotidiano, la banalidad, la angustia y la desesperanza. Tópicos ya muy conocidos y abordados por millones de grupos de rock. Como si fueran letanías, algunas canciones indudablemente deben escucharse con atención: tal es el caso de "Slow Show", con tintes y letra para humores artificialmente melancólicos, "Ada" (un arpegio que suena sin chiste y un piano acompasado que hecha a perder la canción en algún momento con un golpeteo de acordes) o "Green Gloves", con guitarras que armonizan bien y coros logrados. "Star a War" tiene en sus primeras líneas algo parecido a las líneas melódicas de Jim Croce (jejeje), para luego irse con un bajo sincopado.
No tan oscuras son "Brainly" (con una sección rítmica cuadrada y poco original de batería); "Squalor Victoria", chocante (otra vez la batería no encuentra su lugar) y acompañada ahora de cuerdas y también de un piano acartonado, el coro es simplón. "Guest Room" es convencional y reiterativa casi hasta el aburrimiento. "Mistaken for Strangers", gris como ella sola.
"Gospel" es una nueva visita a armonías de las baladas dulces con un ligero sabor a los setenta, el clima es igualmente monótono aquí, mientras que "Apartment Story" suena un poco a los ochenta, ¿revisión exitosa? A medias: hacer un tema de lo vano y el sinsentido justo con un ritmo tan optimista es un buen recurso. El problema en esta canción es tal vez la pobreza en los arreglos.
 
Hay aquí una buena rola que hace pesar el disco: "Racing like a pro", con una instrumentación similar a la de "Ada", pero hecha cuidadosamente, los mismos recursos del disco en un resultado (ahora sí) elegante. Melancólica, oscura, con un arpegio que suena limpio, que casi me sugiere la guitarra española de finales del siglo XIX, Tárrega, por ejemplo. Lo mismo el piano, que con notas apagadas acompaña la melodía, la circunda y la enfatiza. Finalmente, los alientos y violines revolotean sobre el tema. El grupo tuvo el acierto de omitir percusiones. El fraseo del cantante, justo para la letra, lo mejor de Boxer.
 
Resumen
 
No puedo decir que es un disco malo pues, a pesar de su excesivo recurso a las monotonías, una batería que nunca encaja y otras carencias, tiene algunas canciones que a veces se dejan escuchar a la hora del vino de la tarde.

No hay comentarios: